viernes, 13 de noviembre de 2015

Desmontamos pieza a pieza un multifunción

Desmontamos pieza a pieza un multifunción.


Especial
Desmontamos pieza a pieza un multifunción





Los equipos multifunción dominan el mercado de impresión, sobretodo en el segmento residencial y de pequeña oficina. Sin embargo, ¿sabemos exactamente qué podemos encontrar dentro de uno de estos aparatos? ¿somos conscientes de todos los mecanismos y de la tecnología que se pueden encontrar en su interior?
Para profundizar en ello, hemos desmontado pieza a pieza un multifunción Epson WP-4525, un equipo representativo del segmento que incluye las funciones más habituales de este tipo de producto, y dispone de cartuchos independientes para cada color y un cabezal fijo no intercambiable.
Compleja sencillez
Una vez profundizamos en el interior de los mecanismos, descubrimos que, en realidad, la mayoría de las partes de una impresora son de una sencillez aplastante. Partes como la tracción o alimentación de papel no dejan de ser rodillos y mecanismos accionados por un pequeño motor eléctrico y engranajes. Con movimientos muy precisos, es cierto, pero sin ningún misterio. El circuito de tinta, por ejemplo, se mueve gracias a un ingenioso laberinto de pequeñas membranas impulsadas por una pequeña bomba de vacío. Todo neumático y con pocas piezas móviles.
Incluso la electrónica sorprende por lo reducida que resulta frente a lo que podríamos pensar. Una única placa de poco más de 20 cm con unos chips de memoria Flash, un procesador propietario del fabricante y controladores para los puertos USB o Ethernet, se encarga de gestionar los tres motores internos (cabezal, tracción de papel y bomba de vacío), además de los diferentes sensores de papel y bandejas, el escáner instalado en su parte superior, el estado de los cartuchos, el panel frontal de la interfaz y, por supuesto, el funcionamiento del cabezal de impresión, verdadero alma mater de la impresora.

El cabezal, una obra de ingeniería
El cabezal está compuesto de múltiples piezas. La más básica es una placa electrónica con una superficie metálica repleta de líneas de microperforaciones (una por color) que actúan como inyectores. Esta placa, montada sobre un chasis, recibe el cableado que genera los impulsos eléctricos que expulsan la tinta, y los tubos que llegan desde el sistema neumático.
Este cabezal, fijo y montado sobre dos carriles metálicos, tiene movimientos extremadamente precisos, y conoce su posición exacta en cada momento gracias a un sensor infrarojo y una cinta de plástico trasparente colocada de lado a lado del carril con microcuadros rotulados en su superficie.
Como apoyo, tenemos un sencillo, pero inteligente sistema de limpieza en el lateral derecho que, además de servir de reposo para cuando el cabezal no está en uso, recoge la tinta que se expulsa por el cabezal en cada proceso de limpieza que se produce al encender/apagar la máquina o solicitarlo el usuario.
Impresión de objetos en 3D
Las impresoras 3D son una realidad, aunque a precios prohibitivos (de los 1.000 a los 3.000 euros). Permiten crear piezas en 3D, con material plástico, diseñadas con programas de diseño asistido o CAD. Incluso hay modelos Open Source que podemos construir nosotros mismos.
Si no queremos complicarnos, podemos recurrir a MakerBot, una compañía de EE UU con modelos muy interesantes y una comunidad de usuarios que intercambian diseños de piezas para variados usos: grifos, flautas, juguetes, etc.


Componentes
Bomba de vacío
Este pequeño mecanismo, situado tras los cartuchos de tinta, genera succión a intervalos en un complejo circuito neumático que hace salir la tinta de los cartuchos y, a su vez, la impulsa mediante unas bombas hacia las tuberías que la harán llegar hasta el cabezal, y que recorren todo el ancho de la impresora. Sin esta pieza, la tinta nunca llegaría a su destino.


Electrónica
La electrónica de un equipo multifunción no es mucha. Todo (impresión, escáner, etc.) se gestiona desde esta sencilla placa con unos chips de memoria, un controlador de red, otro USB y un procesador propietario ubicado en la parte trasera. Esto gestiona todos los sensores y los tres motores que tiene internamente la impresora. La placa pequeña es la utilizada para la función de fax.



Entrada de papel
Este es un detalle del alimentador superior de papel de la impresora, y que es muy similar en todos los modelos. Un rodillo de goma gira para que, al tiempo que la bandeja empuja contra él, arrastre una hoja de papel hacia abajo, introduciéndola en los rodillos de la impresora. El sistema se complementa con sensores que detectan la presencia de hojas, la bandeja, etc.



Cabezal

Probablemente, sea el elemento más avanzado y complejo de toda la impresora. Se trata de una placa con miles de microperforaciones que actúan de inyectores y por los que se expulsa la tinta gracias a precisos impulsos eléctricos. Para ello, hay una faja de datos específica para generar cada color. En este modelo, el cabezal es fijo, y no es reemplazable por el usuario.

Limpieza
Este es el mecanismo de limpieza sobre el que reposa el cabezal cuando no está en funcionamiento, y que se encarga de realizar las tareas de limpieza básicas cuando procedemos a encender y apagar la máquina. Cuenta con diversas esponjas que se encargan de recoger la tinta sobrante para que se solidifique y frotar la superficie del cabezal para limpiarlo.


Depósito de tinta

Un tubo y una bomba conectados al mecanismo de limpieza comentado en el punto anterior llevan la tinta sobrante en los procesos de limpieza hasta este depósito intercambiable. Dentro, una esponja tiene capacidad para recoger tinta durante miles de ciclos de limpieza. En máquinas de bajo coste, esta esponja no es intercambiable y su reemplazo requiere ir al servicio técnico.







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